Algunas fotos de Marianao que se nos han hecho llegar y nos agrada presentar aquí. Las fotos fueron tomadas en Marianao, La Habana, Cuba, pero no se encuentran en ningún orden específico. Esperamos que sean de algún recuerdo para las personas que vivieron en esta zona de la Ciudad de Marianao y ya no vivan allí.
Casas en Marianao
Marianao es la ciudad cabecera de su Municipio y jurisdicciones correspondientes en la provincia de La Habana, Cuba. El ayuntamiento de La Habana mercedó al presbítero Francisco Zayas Bazán unas terrenos como a tres leguas de la capital y en ellas decidió el cura fundar un poblado. Al efecto llevó a varios frailes de las órdenes Dominico, Agustina y Belemitas, los cuales formaron el primer caserío en 1719, que fue destruido por un incendio en 1726. Este caserío estaba situado entre los arroyos Auditor y Quiebra Hacha, de cuya confluencia se forma el Marianao. Entonces sus moradores se dispersaron y unos fueron hacia el norte fomentando el caserío de la Ceiba y otros se quedaron para de nuevo crear un poblado en el mismo lugar, denominado “Quemados” o “Quemado Viejo”.
Marianao llegó a ser el verdadero y auténtico suburbio de La Habana, con la cual estaba unido por todos los medios modernos de locomoción. Sus barrios compiten con los repartos más aristocráticos de la gran urbe, estando de hecho unidos y enlazados por doquier. En su jurisdicción estaban el Hipódromo, la playa con modernos y magníficos baños de mar, la Quinta Avenida, el Country Club, el Casino, Columbia y una serie de colegios verdaderamente modernos y de bella y sólida construcción, que nada tienen que envidiar a los restantes de las otras zonas capitalinas. Marianao fue el pulmón de la capital, su barrio natural de esparcimiento, de descanso y de residencia, sin que faltase en ella ninguno de los elementos de las ciudades modernas.
En las ciudades y pueblos de Cuba, y también en las carreteras de Cuba, se ven autos antiguos que por sus años se pueden considerar autos antiguos. De estar estos autos, carros o coches, guardados en naves u otros lugares donde su carrocería fuera protegida de la intemperie, fueran considerados autos clásicos o autos de colección. Estos autos antiguos que aquí presentamos no son de coleccionistas, ni de exhibición. Son autos que aun se están usando en Cuba, algunos de ellos como taxis que realmente van y vienen todos los días de un pueblo a otro, o de la propia Ciudad de La Habana a los pueblos cercanos, y no tan cercanos.
El Municipio de Marianao es uno de los veintiséis municipios en la provincia de La Habana. Se encuentra al norte de la provincia. Su territorio cubre una extensión de 160 kilómetros cuadrados. Al oeste y suroeste limita con el municipio de Bauta, al este y sureste con el de Santiago de las Vegas, y al este con el de La Habana. En el norte su costa la baña el Golfo de México.
Ciudades, Pueblos y Lugares en el Municipio de Marianao: Arroyo Arenas, Cano, Central Toledo, Jaimanitas, Marianao, Wajay.
Muchos de estos autos antiguos o clásicos son de las marcas de autos americanos que aun se fabrican. De vez en cuando se ve uno que otro carro europeo, como el Opel. Cunado aquello el carro japonés, tan de moda en el presente, no era muy popular en Cuba, realmente, no recordamos haber visto uno. La cosa se pone interesante, al menos para nosotros y aquellas personas que conocemos, cuando surge uno de estos carros de alguna marca que ya dejó de fabricarse hace muchos años. Usualmente el carro ya demuestra su cansancio, pero cuando se compara la foto del carro actual con el anuncio en una revista tan antigua como el carro, cuando todas las luces se concentraban en las cortinas que al abrirlas presentaban el modelo del nuevo año, el respeto al anciano es grande, bien grande, como el que se merece un verdadero héroe, porque eso es lo que es.
Tanto fue el tráfico, que se determinó construir el puente de Marianao, en su época el mejor de toda la isla. Marianao se convirtió entonces en el centro de reunión de las familias de La Habana que iban allí atraídas par la excelencia de las aguas del Pocito, adecuadas para enfermedades del estómago y también por los bailes y fiestas que se daban en la temporada de verano. Si a ésta se une la altura, su excelente clima y las brisas que la envuelven, se comprende el por qué del favor público y la acelerada construcción de quintas y viviendas de buen gusto y excelente estructura, que fueron aumentando progresivamente.
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